El test está desarrollado para uso profesional en Argentina en entornos de atención sanitaria, como hospitales, salas de emergencia y laboratorios clínicos. Es de fácil lectura con líneas codificadas por colores para identificar de qué virus se trata en caso de detectarlo.

Las pruebas rápidas pueden ser útiles para detectar la infección por el virus de la influenza como causa de brotes respiratorios en cualquier entorno, pero especialmente en instituciones donde se congregan personas, como hogares de ancianos, centros de atención de enfermedades crónicas y hospitales, así como escuelas, entre otros sitios.

Si bien la gripe había logrado descender en los últimos dos años, principalmente por causa de la pandemia y el aislamiento obligatorio, ahora, con el regreso de la presencialidad en las actividades, el país ha registrado un aumento temprano en los casos de influenza A (unos 129.916 casos de influenza durante las primeras 12 semanas de este año), que normalmente circula a fines del otoño y durante el invierno (principalmente entre los meses de mayo y agosto), lo que hace que la necesidad de realizar pruebas sea aún más crítica.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda enfáticamente la vigilancia nacional de la gripe, así como la prevención y medidas de planificación de control de la enfermedad, que incluyen vacunas, diagnóstico temprano y tratamiento, para reducir el impacto de la enfermedad, especialmente en las poblaciones vulnerables.