El jefe de Estado se expresó así al recorrer en Loma Hermosa una planta gráfica donde se imprimen los ejemplares del programa "Libros para aprender", que contempla la distribución de ejemplares sobre matemática y lengua en escuelas primarias de todo el país.

“Este tiene que ser el año de la educación. Todo lo que nos postergó la pandemia tenemos que recuperarlo este año, y una forma de recuperarlo es que todos los chicos tengan en su primer día de clases los libros que necesitan para poder aprender”, expresó el mandatario durante la actividad, y remarcó la importancia de “revitalizar el hábito de la lectura en los alumnos”.

"A veces los alumnos llegan a la facultad con dificultad para entender los textos, ahí hay un déficit que debemos mejorar y creo que por esta vía, dándole a cada alumno y alumna de la Argentina el material que tiene que leer, estamos dando un paso en favor de la democratización de la educación", subrayó.

"Acá están en condiciones de hacer 35 mil libros, y hay muchas industrias como ésta porque estamos llevando los libros a alumnos de todo el país", dijo Fernández y señaló que "todos están incluidos porque la Argentina que necesitamos construir para el futuro es una Argentina que no deja a nadie afuera".

La iniciativa alcanzará a 3.577.464 estudiantes de 18.849 escuelas públicas de gestión estatal o privadas de cuota cero u oferta única, y requerirá una inversión de 5.243.000 pesos.

Por su parte, el ministro de Educación, Jaime Perczyk señaló que "el programa va a distribuir libros a todos los chicos, por primera vez, uno a uno, desde Jujuy a Tierra del Fuego, y también a cada maestro y maestra de la escuela pública para poder recuperar los aprendizajes, fundamentalmente en Lengua y Matemática".

A través de esta iniciativa que apunta a mejorar la calidad educativa, la cartera nacional distribuirá 7.171.652 manuales, que fueron elegidos de modo federal por cada jurisdicción.

Los estudiantes podrán llevar los textos de la escuela a la casa y de la casa a la escuela y serán de su propiedad, ya que los libros ayudan a organizar el proceso de enseñanza y aprendizaje, a profundizar el trabajo con los contenidos y a optimizar el tiempo en el aula, y permiten darle continuidad al trabajo pedagógico en los hogares.