La invitación se hizo extensiva a todas las fuerzas políticas y sus representantes, a vecinos y vecinas de otras confesiones cristianas y religiosas, con el propósito de “reconocernos y encontrarnos en esta oración por la ansiada paz social, el diálogo entre líderes y los responsables de nuestras dirigencias”.

“Estamos en un tiempo extremadamente delicado. La paz social está frágil y amenazada. Y somos responsables de asegurarla y cuidarla”, dijo el prelado al iniciar su homilía en la misa, que concelebró junto al obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal para la Pastoral en Villas de Emergencia, Gustavo Carrara.

El Arzobispo pidió a la Virgen de Luján: “Así como cuidaste la vida de la Vicepresidenta de la Nación, te pedimos que sigas cuidando a todos los argentinos y que nunca más la violencia se instale entre nosotros poniendo en riesgo la convivencia democrática”.

Además de funcionarios del Gobierno Nacional, participaron referentes de derechos humanos Adolfo Pérez Esquivel, Taty Almeida y Vera Jarach; el sindicalista Hugo Yasky; el dirigente social Juan Grabois; el ex presidente Eduardo Duhalde; y Giselle Fernández, hermana de Cristina Fernández de Kirchner.