Desde Roma, Milei calificó de "inválida" la sesión en la que se decidió la remoción de Kueider y señaló directamente a Villarruel, acusándola de haber transgredido la línea constitucional. “En el momento en que yo entro de viaje, automáticamente se produce la acefalía, entonces queda a cargo del Ejecutivo la Vicepresidenta. Si preside la sesión del Congreso, está trabajando en el Legislativo, pero al mismo tiempo es Presidente de la Nación interina”, argumentó el mandatario.
El presidente también insistió en que la sesión violó la separación de poderes y, aunque admitió que la expulsión del senador podría repetirse bajo condiciones legales adecuadas, subrayó que “todos queremos a Kueider afuera”. Además, afirmó que Villarruel fue notificada con 48 horas de antelación sobre su viaje, respaldo que habría sido corroborado por la Escribanía General de la Nación en coordinación con la Secretaría de la Vicepresidenta.
Acusaciones cruzadas y filtraciones
El viernes pasado, se filtraron chats del Gobierno que demostrarían que Villarruel fue efectivamente informada del viaje presidencial, lo que generó una nueva controversia por la difusión de conversaciones privadas. Desde el entorno de Santiago Caputo, asesor presidencial, responsabilizaron a Guadalupe Jones, secretaria de Villarruel, por no comunicar la salida de Milei de forma adecuada, generando confusión en el equipo de la Vicepresidenta.
Villarruel respondió a las acusaciones a través de sus redes sociales, explicando que firmó el acta de traspaso de poder recién a las 19 horas del jueves, cuando la vacancia ya llevaba varias horas. “Hasta que no me traspasan el poder, soy Vicepresidenta, y eso se hace informándomelo el escribano de Presidencia. Firmé el acta dando el conforme a las 19”, escribió.
Sin embargo, una alta fuente del Gobierno contradijo esta versión, asegurando que no se requiere un acto administrativo para que Villarruel asuma como presidenta interina. Según esta versión, la transferencia de poder es automática al momento en que el presidente abandona el país, incluso si se realiza de forma verbal.
Disciplina interna y tensiones políticas
Durante su participación en el festival Atreju 2024 en Italia, Milei reforzó su postura sobre la disciplina en el Gobierno. “El que viene con agendas propias y no acata la línea del partido es expulsado. ‘Roma no paga traidores’”, afirmó, dejando clara su política de tolerancia cero hacia los desacuerdos internos.
Esta declaración alimenta las críticas hacia Villarruel, quien había sido señalada dentro del Gobierno por priorizar su agenda política personal. “Todos la bancamos porque era la compañera de Javier en campaña y esperábamos que siguiera siéndolo. Pero ya no es así, y para colmo planea su propia campaña y usa los recursos del Senado para eso”, comentó la diputada Lilia Lemoine, cercana a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia.
El regreso de Milei a la Argentina promete intensificar la disputa con Villarruel, una relación que parece fracturarse cada vez más, mientras el gobierno intenta contener los efectos de esta nueva crisis institucional.