Además apuntó contra el gobierno de Fernández al considerar que “no veo que la situación tienda a mejorar en el actual contexto político”, y lamentó la “ineficacia” que caracteriza al gobierno nacional kirchnerista para poner límite al “despilfarro, el populismo y la pérdida del equilibrio fiscal”.

“Nada se puede solucionar si hay un gobierno nacional fracturado, con un Frente de Todos en el que uno habla mal del otro”, indicó.

También puntualizó su decisión de “no lanzar campañas”, porque si bien expresó su voluntad de ser presidente de los argentinos, “la situación del país es muy complicada”.

Advirtió que esta situación “genera desesperanza y bronca contra la política”, por eso llamó a “pisar la pelota y pensar'', ya que “esto puede arrastrar a los dos frentes políticos más importantes”.

En este sentido, dijo que el radicalismo “tiene que estar de pie, al lado de los más vulnerables, de los informales, de los sectores que crean empleo, de los que producen y los que invierten”.

Por otra parte, Morales planteó la necesidad de “hacer autocrítica, mirando hacia adelante, aferrados a los principios fundacionales del radicalismo y de Raúl Alfonsín” y a partir de estos valores “pararnos en términos de tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”.

Expresó que para avanzar en la transformación propuesta, es menester “salir de la grieta” y remarcó que el camino es “el diálogo y la construcción de consensos”.