Bolsonaro y su hijo Eduardo arribaron a las 10 al hotel ubicado en la avenida Córdoba y Maipú, de la ciudad de Buenos Aires, donde Milei se aloja y mantiene reuniones con sus equipos técnicos.

"Fue una conversación entre amigos", definió Bolsonaro a la prensa tras el encuentro que duró cerca de 90 minutos mientras caminaba por la calle del hotel rodeado por periodistas.

"Hablamos de economía, seguridad y fútbol", puntualizó Eduardo Bolsonaro y aseguró que hay "mucha esperanza" en la Argentina por la "posibilidad de un cambio real".

"Tiene todo para ser un buen gobierno. La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio tienen la posibilidad de formar mayoría en el Congreso", añadió el hijo de Bolsonaro.

En tanto, el expresidente de Brasil sostuvo que no le sorprendió que Milei fuese elegido como presidente, afirmó que deberá "tomar medidas rápidas" y destacó el equipo de trabajo que asumirá este domingo.

"Argentina es muy importante para el mundo. En la cuestión ideológica el mundo esta polarizado", afirmó y consideró que es necesario respetar "la autonomía de cada país".

Sobre su llegada al pais sostuvo: "Acepté la invitación de Milei porque somos un país vecino y hermano con Brasil y vamos a hacer lo posible para que Argentina crezca", agregó.

El expresidente brasileño fue invitado por Milei a participar de su acto de asunción en una conversación que mantuvieron al día siguiente de las elecciones del pasado 22 de octubre en una videollamada que difundieron a través de las redes sociales.

Junto a Bolsonaro, llega una comitiva de unos 30 dirigentes aliados de la ultraderecha de su país; entre ellos líderes legislativos de la extrema derecha y los gobernadores de San Pablo, Tarcisio de Freitas, Goiás, Ronaldo Caiado, y Santa Catarina, Jorginho Mello y su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro.