La escalada de precios del mes pasado superó todas las mediciones desde abril de 2002 cuando a la salida de la convertibilidad se había producido un pico de 10,2% en abril de 2002.

La división de Alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó un 7,2% y estimuló la suba general junto a educación e indumentaria.

Los valores de útiles escolares y las cuotas de los colegios privados experimentaron aumentos de 23,6%, mientras que ropa y calzado subieron 10,9%.

Los alimentos de mayor incremento fueron los panificados con un alza de 24,8% en el pan de mesa y 17,7% en el pan tipo flauta, a partir de un alza de la harina superior al 10%.

La carne también siguió su curso alcista con subas de hasta 7,9% en cortes como la nalga o el cuadril. Los huevos también continuaron su carrera alcista con un salto de 21,6%. Estas subas se vieron parcialmente compensadas por bajas estacionales en frutas y verduras.

Pese a ser uno de los mercados más protegidos, la indumentaria fue el segundo rubro de mayor aumento en marzo al llegar a 10,9% y acumula en el trimestre una suba de 17,4%.

Los gastos referidos al mantenimiento de hogar (alquileres y servicios) crecieron 7,7% y desde enero avanzaron 12,7%, lo que expresa los ajustes tarifarios que se produjeron en el mes y el encarecimiento de las locaciones.

Por su parte, el rubro salud exhibió un aumento de 5% en el mes en estudio y en tres meses crecieron 13,2%, lo que también refleja las actualizaciones de cuotas de prepagas y alzas de medicamentos que se concentró el mes pasado.

En tanto, el transporte mostró una suba de 5,5% y 13,7% desde el inicio del año. En comunicación los aumentos fueron de 3,4% y en recreación y cultura 3,3%.

El acuerdo con el FMI prevé un a inflación de entre 38 y 48% para 2022 que a la luz de lo que sucedió en el primer trimestre parece de imposible cumplimiento. De allí que para la revisión de mayo ya se hable de una corrección de esa pauta.