La bola de fuego que envolvió el hospital Al-Ahli al-Arabi el martes por la noche arruinó los planes de la Casa Blanca para la misión diplomática de emergencia de Biden en Medio Oriente, y los líderes árabes cancelaron la cumbre planeada con él.

Los funcionarios palestinos culparon de un ataque aéreo israelí por la explosión, que mató a más de 400 personas. Israel dijo que la explosión fue causada por un lanzamiento fallido de un cohete por parte del grupo militante Jihad Islámica Palestina, que negó la culpa.

Hablando junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Biden dijo que: "Me entristeció e indignó profundamente la explosión del hospital en Gaza ayer, y según lo que he visto, parece como si lo hubiera hecho el otro equipo, no tú."

El mandatario continuó: "Pero hay mucha gente que no está segura, así que tenemos muchas cosas que superar. El mundo está mirando. Israel tiene un conjunto de valores como los de Estados Unidos y otras democracias, y están mirando para ver qué vamos a hacer".