Hace tiempo circula mucha literatura de ensayo sobre la idea del "fin del amor", del cambio en las formas de los vínculos, de la idea de “mercado del amor”, de las relaciones a través de la app de citas. Sobre el amor se han escrito muchas cosas, desde un clásico como el de Ovidio que son varios textos "El arte de amar", "Amores", "Sobre la cosmética" y "Remedios contra el amor". Lo leí, es la base de toda literatura de autoayuda sobre la cuestión amorosa está ahí.

En el Circo     
Y no pierdas de vista la carrera de caballos prestigiosos: el Circo, que da cabida a tanta gente, ofrece muchas ventajas. No hay necesidad de hacer signos con los dedos para transmitir recados ni tienes que mover la cabeza para dar a entender que has recibido un mensaje. Siéntate al lado de tu dueña, si nadie te lo impide; acerca tu costado al suyo todo lo que puedas, sin miedo, puesto que, aunque tú no quieras, la estrechez de los asientos obliga a juntarse y por imposición del lugar has de rozar a la joven. Entonces busca la ocasión para empezar una charla amistosa y sean palabras triviales las que den comienzo a la conversación. Trata de preguntarle con mucho interés de quién son los caballos que se acercan, e inmediatamente apoya al auriga que apoye ella, cualquiera que sea. Y cuando aparezca la nutrida procesión con las imágenes en marfil de los dioses celestiales, aplaude con mano calurosa a la soberana Venus." (Ovidio, El arte de amar)

Les dejé esas recomendaciones para que vean que no han cambiado mucho más allá de la tecnología. Pero mi intención no es hablar sobre conquistas amorosas ni nada por el estilo. Sino hablar de las múltiples formas del amor.

Estos días me tocaron vivir dos situaciones distintas una dolorosa y triste, otra alegre y feliz. Pero en ambas se hizo presente el amor.

En la primera el dolor de una pérdida inesperada que fue abrazada en amor a quienes estamos aun intentando buscar respuestas a esos designios que nos da la vida. Pero que cuando esas situaciones pasan, si hay amor, si hay compañía y sostén, es más fácil sobrellevar. Muchas veces lo inexplicable cobra forma de entenderse en el mensaje que ese dolor quiere dejarnos para nuestro presente y futuro, y cómo creamos más amor a partir del dolor.

La segunda tiene que ver con la alegría, participé personalmente en la marcha del martes. Les había dicho a mis estudiantes “vayan a la marcha, miren si encuentran al amor de su vida ahí”, y sí, todo puede suceder en esas instancias.

Pero lo que mas me conmovió en la marcha del martes es que éramos muchos diferentes, movilizados por el amor que tenemos hacia una institución que en alguna medida a muchos nos realizó y nos realiza, a otros les da perspectiva de futuro y otros añoran sus buenos años en ella. Y las calles se inundaron de amor, de una amorosidad colectiva que buscaba decirle a quienes atacan, que ese odio no nos interesa, que lo nuestro siempre y definitivamente es el amor.