El episodio, que tuvo lugar durante la sección "Maggie de recorrida", evidencia una problemática que lamentablemente sigue persistiendo en los medios de comunicación: la discriminación y el menosprecio hacia la diversidad cultural.

El fragmento del móvil en cuestión, que se encuentra disponible en redes sociales y YouTube, muestra a una notera aproximándose a una pareja de coyas jujeños en un vagón del subte de la línea D, de Capital Federal. La pareja, vestida con atuendos típicos de nuestro norte argentino, es interrogada por su origen. La respuesta inicial del hombre en una lengua originaria es recibida con desdén y burlas por parte de la notera Maggie Vigil y el equipo de estudio, lo que inmediatamente crea un ambiente hostil y poco profesional.

Lo que debería haber sido una oportunidad para celebrar la riqueza y diversidad cultural de Argentina se convirtió en un ejemplo de cómo los prejuicios y la falta de conocimiento pueden prevalecer en los medios de comunicación. La notera, Maggie, en lugar de mostrar interés periodístico genuino, ridiculizó la respuesta del hombre, desencadenando risas en el estudio que opacaron el intento del entrevistado por explicar que pertenecen a pueblos indígenas originarios, que pertenecen al Tercer Malón de la Paz, de Jujuy.

La situación empeoró cuando la notera continuó con comentarios insensibles y propuestas que trivializaban la cultura y las reivindicaciones de los pueblos originarios. La actitud de los presentadores del programa y sus comentarios inapropiados dejaron en claro la falta de entendimiento y respeto hacia la importancia de preservar y valorar las culturas originarias.

Este incidente destaca la necesidad de una mayor educación y sensibilización en los medios de comunicación, así como de una reflexión sobre cómo se abordan temas relacionados con la diversidad cultural y los derechos de los pueblos originarios. En lugar de reírse de lo ajeno y lo distinto, los medios deberían ser agentes de cambio en la lucha contra la discriminación y el fomento de la inclusión.

Es importante que los medios de comunicación asuman la responsabilidad de corregir este tipo de comportamientos y promover un enfoque más respetuoso y empático hacia todas las culturas que conforman la identidad nacional. Solo a través de la educación, la conciencia y la empatía podemos construir un país que valora y respeta su diversidad cultural, y eso debe comenzar desde los medios de comunicación que tienen la capacidad de influir en la opinión pública y la percepción social.

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