Las luces del Estadio Defensores del Chaco se apagaron y Racing se retiró. Ni los gestos, ni el ánimo, ni el humor, ni el resultado se asemejaron a lo que el equipo buscaba conseguir antes del inicio del partido ante Libertad. Pero el paso por Paraguay distó del que se pensaba, al menos en la previa. El rival aprovechó sus momentos, fue más efectivo cuando estuvo frente al arco rival y se quedó con el primer partido de la serie por 1 a 0. Nada está definido aún. Esto es un hecho. Pero Diego Cocca, que llegó esta noche a su partido oficial número 100 como técnico del club, deberá trabajar para que sus dirigidos muestren una mejor versión ante su gente, con el objetivo de quedarse con la revancha para poder avanzar en el certamen continental.

El equipo local comenzó a manejar de manera progresiva el balón, pero sin complicar a la Academia cerca de su arco. Por su parte la visita se dedicó a esperar en su campo el avance rival, para intentar hacerse del control de la pelota y poder generar opciones ofensivas. Y si bien cuando Ibargüen pudo retroceder algunos metros o cuando Lisandro se retrasó en el terreno para poder asociarse con sus compañeros en la zona media se vieron movimientos interesantes, Racing no logró pasar de esa insinuación en la faceta creativa.

Y si bien el desarrollo era parejo, los planes se modificaron a partir del minuto 25. Cardozo pudo parar de espaldas a Musso en la entrada del área grande, un tiro libre devenido en bochazo largo que lo buscó adentro del área académica. El delantero se las rebuscó para aguantar la presión de Orban y la cobertura de Barbieri y jugó un rápido pase hacia su derecha para Salcedo, que se anticipó al cierre de Vittor y remató con fuerza al centro para vencer desde corta distancia al arquero racinguista.

Racing sintió el golpe y se adelantó en la cancha, para ir en busca de la igualdad. Y la jugada más clara en ataque para el equipo en toda la etapa no tardó en llegar. Cuatro minutos después de haber sufrido el gol en contra, se vió lo más claro del equipo dirigido por Cocca: luego de una acción colectiva en la que participó casi todo el equipo, una rápida triangulación ofensiva entre Triverio, Ibargüen y Solari terminó con un centro rasante en el centro del área chica que dejó al atacante de frente al gol, pero su tiro tomó mucha altura y la opción clara del empate terminó en sólo eso: una chance que no pudo ser.

Durante el último cuarto de hora y más allá de que el siempre amenazante Cardozo contó con alguna que otra ocasión que Musso se encargó de controlar, los visitantes tuvieron sus minutos más fructíferos de la etapa. Hubo mayor participación por las bandas de Solari y en especial de Soto, junto a un Ibargüen que soltó más su juego y se mostró como alternativa de acompañamiento en el ataque. Fueron varias las aproximaciones al arco defendido por Muñoz, que aunque no contaron con el nivel de claridad de la opción en los pies de Triverio, marcaron la pauta clara de que la reacción del equipo tras sufrir el tanto en contra ya tenía su correlato en situaciones netas de peligro.

Durante los primeros minutos del complemento hubo intenciones claras de llevar a cabo un juego más osado que el exhibido durante gran parte del primer capítulo. Los defensores se desprendieron de la función estática de esperar a un equipo rival que no generaba mucho peligro y se mandaron al ataque. Por eso no fue raro ver a Vittor y a Orban acompañando a los que debían inquietar las latitudes del arco del equipo paraguayo. Además, Meli dejó de ser sólo el acompañante de Arévalo Ríos en el medio y comenzó a subir más para juntarse con Ibargüen en pos de lograr combinaciones cortas y supremacía numérica. Pero las intenciones pocas veces se tradujeron en opciones claras para encontrar el empate. Un remate furibundo de Lisandro desde fuera del área, tras haber dejado por el camino a tres rivales desde que agarró la pelota cerca del lateral izquierdo hasta que quedó de frente al arco, exigió a que el golero paraguayo diera un rebote corto. Pero fue tan sólo eso. No hubo mucho más.

Conforme al paso de las acciones el equipo sintió el desgaste físico por el despliegue mostrado en los primeros 25 minutos y desde allí en adelante, Libertad creció de nuevo en la cancha. La pelota cambió de manos y otra vez se erigió la figura de Cardozo como lo más destacado de la cancha en el equipo anfitrión. El andamiaje racinguista se adormeció y las líneas defensivas comenzaron a mostrar fisuras que le permitieron al equipo paraguayo contar con varias acciones claras como para llegar al segundo tanto. Primero lo tuvo medina, tras un centro pasado al segundo palo y una definición que pegó en la parte externa de la red. Y dos minutos, después el mismo jugador remató solo ante Musso tras la presión sobre una salida errática de la Academia, pero el tiro salió al lado del larguero derecho.

Volvió a las canchas Lautaro Martínez tras su lesión. También entró Cuadra y más tarde ingresó Mansilla. Pero más allá de las variantes, el equipo no pudo generar alternativas como para alcanzar el empate. En los instantes finales y ya con el resultado a su favor, Libertad tuvo otra opción clara en los pies de Recalde, con un fuerte tiro libre desde la izquierda. Pero en este caso Juan Musso se encargó de despejar la pelota y de evitar una nueva caída de su arco.

Ahora habrá por delante una semana entera de trabajo para corregir los errores cometidos y pensar el partido a conciencia. Racing será local y aún puede dar vuelta la serie para avanzar en la Copa Conmebol Sudamericana. Pero será necesario mejorar, ya que el rival no viajará hasta Avellaneda con intenciones de regalar nada. La Academia deberá demostrar adentro de la cancha que puede ganarlo. Tiene con qué hacerlo. Y puede.

Fuente: https://www.racingclub.com.ar/primer-equipo/nota/2017/10/8007_un-tropezon-que-fue-caida/