En principio, ese encuentro iba a disputarse en el estadio Mané Garrincha, de Brasilia, pero la entidad rectora del fútbol continental aceptó una solicitud de las autoridades brasileñas ya que al día siguiente (domingo 2) se llevarán a cabo las elecciones generales en ese país.

Por lo tanto, la Conmebol decidió cambiar la sede y dársela al estadio cordobés, que ya albergó la final de la Sudamericana en 2020, cuando Defensa y Justicia derrotó a Lanús.

"La Conmebol Sudamericana es un torneo cada vez más consolidado en el continente y con creciente impacto global. El aumento sostenido de los premios para clubes participantes y ganadores, el alcance cada vez mayor de las transmisiones y el elevado nivel de competencia de los equipos son factores que muestran la expansión de este torneo continental", expresó la entidad a través de un comunicado.