El enfrentamiento entre el Lobo jujeño y el Albo salteño estuvo cargado de un significado especial, ya que hacía 26 años que no se encontraban en un campo de juego en un partido oficial. Este enfrentamiento fue esperado con ansias por los seguidores de ambas provincias, conocidas por su pasión futbolera y su rica historia en los torneos organizados por la AFA.

Desde el inicio del partido, Gimnasia de Jujuy mostró su intención de buscar la victoria, generando algunas jugadas de peligro que pusieron en aprietos al arquero rival. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del conjunto jujeño, les faltó precisión en la definición. Por su parte, Gimnasia y Tiro también tuvo sus oportunidades, pero Alan Sosa, el arquero del Lobo jujeño, respondió con seguridad ante cada intento de gol.

En el segundo tiempo, el director técnico Matías Módolo realizó algunos cambios en busca de darle más profundidad al ataque, destacándose un remate de Agustín Palavecino como una de las mejores oportunidades del partido.

El final del encuentro estuvo marcado por la intensidad y la brusquedad, con el árbitro Julián Jerez mostrando varias tarjetas amarillas. El empate, en definitiva, se erigió como el resultado más justo para este clásico del norte argentino en la tarde salteña.

Con este resultado, Gimnasia de Jujuy se prepara para su próximo encuentro como local en la fecha 13, donde recibirá a Deportivo Maipú. El equipo de Módolo se sitúa en la décima posición de la Zona B con 15 puntos, buscando mejorar su posición en el torneo para meterse en el Reducido.