Se trata de la Nations Cup, un torneo que reunirá a todos los equipos que disputan el Rugby Championship (Los Pumas, All Blacks, Sudáfrica y Australia), el Seis Naciones -Irlanda, Gales, Inglaterra, Escocia, Francia e Italia- y tendrá dos invitados: Fiji, el equipo sensación de esta Copa del Mundo, y Japón, una selección que hace rato viene haciendo las cosas bien y que incluso ya se dio el gusto de ganarle a los Springboks en un Mundial. 

Todos estos equipos disputarán la Primera División de la Nations Cup y habrá una categoría de ascenso denominada Challenger Series, en la que competirán las selecciones que están ubicadas entre los puestos 13 y 24 del ranking mundial, que en este momento serían Portugal, Georgia, Samoa, Tonga, Uruguay, Estados Unidos, España, Rumania, Namibia, Chile, Canadá y Hong Kong.

Esta categoría tendrá un sistema de ascensos y los equipos que terminen en los últimos puestos de la Primera División descenderán, pero esta medida recién comenzará a entrar en vigencia a partir de 2030, situación que provocó algunas críticas de personalidades destacadas del rugby mundial, como Agustín Pichot, quien votó en contra destacando que esto “no significará un progreso para las naciones emergentes”. 

La Nations Cup se disputará a una vuelta de manera bianual entre los partidos internacionales que se disputan en julio y noviembre y la Unión Argentina de Rugby (UAR) fue la única unión del Tier 1 que votó en contra de este proyecto a causa de que no está de acuerdo con el que el sistema de ascensos y descensos se aplique recién a partir de 2030. 

En el paquete de torneos que lanzó World Rugby también fue anunciada la nueva versión de la Pacific Nations Cup, en la que competirán Canadá, Fiji, Japón, Samoa, Tonga y Estados Unidos y cuya final se disputará de manera alternada en Japón y en Estados Unidos