El proyecto ingresará por Diputados y cuenta de antemano con el rechazo de Juntos por el Cambio, que se pronunció en contra de la creación de nuevos impuestos cuando hace casi un mes la Rosada adelantó que buscaba impulsar esta medida.

"No es algo sacado de la galera, el mundo lo hizo y lo está haciendo, lo hace Gran Bretaña, lo hace Italia", sostuvo Fernández sobre gravar la renta inesperada, y agregó: "El Congreso tiene la obligación de acompañar el proyecto, es una obliga de todos los diputados y senadores, necesitamos que unos pocos no ganen tanto en desmedro de las mayorías".

Previamente, Guzmán confirmó que el proyecto alcanza a empresas que haya obtenido una ganancia de 1.000 millones de pesos anuales y detalló que sólo son "empresas muy grandes de la Argentina".

"La forma de pagarlo será con el Impuesto a las Ganancias y el destino será un fondo de rentabilidad para que la Nación y las provincias puedan contar con esos recursos", señaló el funcionario.

Al respecto, Guzmán dijo que implementar el gravamen sería "un shock a la distribución del ingreso" y que "si no se hace nada, habrá más desigualdad y sociedades que funcionen peor".

"Queremos que las empresas ganen pero que el crecimiento sea compartido y llegue a los trabajadores. Es una cuestión de justicia social pero también de correcto funcionamiento de la economía", agregó.