En cuanto a la capacidad de endeudamiento y el equilibrio fiscal, dijo que no se va a tomar más deuda para financiar fuga de capitales ni gasto corriente, y que buscará limitar la autorización de toma de deuda: “solo se autorizará para largo plazo, intergeneracional”.

Ante los empresarios que integran el G6, que reúne a las principales cámaras y asociaciones patronales del país, defendió sus propuestas e hizo hincapié en que "hay que ir a un país en el que el Estado no gaste un centavo más de lo que ingrese”.  Pero eso requiere de diálogo y no agravios.  “Se imaginan ustedes, hacerlo desde el agravio, sin buscar consensos”, buscó el contrapunto con su rival del próximo domingo Javier Milei.

En esa línea de “normalización” de los preceptos económicos y ante la consulta por la necesidad de reconvertir los planes sociales, el candidato de Unión por la Patria dijo estar de acuerdo en esa apreciación, que hay que reconvertirlos, pero reiteró en que no se puede hacer desde el agravio, sino desde el consenso.

En tono autocrítico reconoció que puede haber dudas respecto a su futuro Gobierno, pero pidió tiempo para que lo vean gobernar y “salir de un ecosistema tóxico para que crezcamos todos juntos”.

Tuvo tiempo el ministro- candidato para tirar un dardo a su oponente libertario, luego de interrumpir una respuesta para estornudar y pidió unas irónicas disculpas: “Perdón por la tos, espero que a ustedes no les moleste”, lo que despertó la risa del auditorio y algunos aplausos.

Respecto a la cantidad de impuestos que se pagan, durante su discurso sostuvo que “no puede ser que haya 150 impuestos en la Argentina, no se puede seguir con este festival de impuestos con doble o triple imposición”, pero advirtió que esos cambios se realizan “con diálogo y no con agravios”. Más tarde en rueda de prensa indicó que el objetivo será buscar acuerdos con municipios y provincias para que se paguen menos impuestos.

Respecto a las economías regionales y el agro dijo que van a bajar retenciones en trigo, maíz y soja, en todo lo que es valor agregado y ponderó la inversión en infraestructura dejando de ejemplo la necesidad de rutas en buen estado. “El 80 por ciento del PBI argentino viaja en camión, por lo que la inversión en infraestructura es clave para mejorar la productividad y terminar el proceso de desarrollo”.

También se diferenció del candidato libertario en la mirada de política internacional y comercio exterior: Argentina debe tener una mirada multilateralista. Voy a defender el mercado chino, porque es a favor de la producción. Mirar al mundo con prejuicio ideológico es un error”, afirmó.

Por último, reconoció que hay que modernizar el Mercosur, y avanzar con el uso de otras monedas para le comercio como los reales y pesos, así como se hizo con los yuanes para el comercio con China. “Quiero que algún día sintamos el orgullo de que en cada rincón del mundo haya un producto con bandera argentina”.

Por la tarde el candidato oficialista cerrará su campaña con estudiantes en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, similar al encuentro que protagonizó con alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires. Lo hará cara a cara, sin acto masivo ni dirigentes que pueden entorpecer la performance en el último tramo de la campaña.