Se trata de personas jóvenes, sin vínculos aparentes entre sí ni militancia política reconocida por las fuerzas que motorizaron la protesta contra el acuerdo del gobierno con el FMI, con media sanción en Diputados la semana pasada.

Los datos de seis de los identificados fueron cotejados con los registros de domicilios y arrojaron resultado positivo, en tanto que la tarea se prolonga con otros dos.

Los reconocimientos se efectuaron a través de las capturas de rostros de los videos aportados por fuerzas de seguridad y otras tomadas directamente de los medios de comunicación que cubrieron los disturbios que se registraron el jueves pasado.

Ese programa informático ya había sido utilizado en otras oportunidades, entre ellas para identificar a los agresores que arrojaron bombas Molotov contra la entrada del diario Clarín, en noviembre del año pasado. Los investigadores realizaron un rápido chequeo en el registro de antecedentes y comprobaron que –en principio- ninguno tiene ni pedidos de detención ni procesos judiciales en marcha.

La causa, que está a cargo del fiscal Carlos Rívolo y la jueza María Eugenia Capuchetti, busca determinar si se trató de manifestantes espontáneos o de contratados para generar disturbios.