Tras vaivenes varios en el armado, los gobernadores peronistas volverán a reunirse la semana que viene en la Ciudad de Buenos Aires -será en principio el miércoles- para avanzar en la estrategia conjunta contra el millonario reclamo de María Eugenia Vidal en la Corte nacional para actualizar el Fondo del Conurbano.

Pero en este caso será un cónclave ampliado a caciques de otros signos políticos: ayer confirmó que será parte del convite el rionegrino Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), mientras que podrían sumarse además, al menos, el socialista santafesino Miguel Lifschitz y el neuquino Omar Gutiérrez (MPN).

Aunque en un marco de fuerte hermetismo, la cumbre del miércoles fue confirmada ayer a Ámbito Financiero por uno de los mandatarios. Picaba en punta la posibilidad de desarrollarla al mediodía en la Casa de San Juan, que ya albergó hace una semana un encuentro de ministros de Economía de distritos peronistas.

"Vamos a hacer un frente común con los gobernadores del PJ para pelear por los fondos provinciales", dijo ayer Weretilneck, además de enfatizar: "No voy a aceptar ninguna quita".

Lifschitz, en tanto, está en contacto con varios gobernadores pero sobre todo con el cordobés Juan Schiaretti, quien se puso al hombro el diálogo con buena parte de los caciques. En el entorno del santafesino ayer no descartaban una potencial participación en el cónclave de gobernadores, aunque tampoco una variante micro, acotada sólo a sus socios de la Región Centro: Schiaretti y el entrerriano y también justicialista Gustavo Bordet.

Ayer, en tanto, dio pistas de una eventual asistencia la administración del MPN en Neuquén, que lidera Omar Gutiérrez.

"La recuperación del Fondo del Conurbano nos afecta directamente a todos los neuquinos", disparó primero su vice, Rolando Figueroa. "Hay una oposición de prácticamente todos los gobernadores", se sumó luego Gutiérrez.

En paralelo, en despachos oficiales de provincias gobernadas por Cambiemos no barajaban en principio ayer la posibilidad de una asistencia a la reunión, o directamente optaron por el hermetismo.

Por de pronto, el del miércoles será el segundo encuentro tras la cumbre del 3 de agosto en la Casa de Entre Ríos, que reunió a una docena de mandatarios peronistas y un vice contra la demanda de Vidal, que busca volarle el techo de $650 millones al Fondo del Conurbano para recaudar unos $300 mil millones extra.

Sin embargo, el próximo cónclave de los gobernadores arrojará señales adicionales respecto de esa reunión, con varios destinatarios.

Será una advertencia a Mauricio Macri y Vidal: que la decisión de defender los recursos provinciales se mantiene intacta, más allá del traspié que sufrieron varios distritos del PJ en las PASO del 13 de agosto.

Pero además el carácter ampliado de la cumbre, con la participación de mandatarios que no militan en la Liga de Gobernadores peronista reflotada este año, define que las provincias, más allá de su signo político, están en pie de guerra ante la amenaza de que un potencial fallo pro Vidal las desfinancie, por su rebote en una notoria merma en los envíos de coparticipación.

El cónclave tiene además ecos de cara a la reorganización partidaria de 2019, en el marco de la cual los gobernadores peronistas buscan mostrarse como un actor central de la discusión, y con Cristina de Kirchner -aspiran- encapsulada en la Provincia de Buenos Aires.

Con este telón de fondo, los mandatarios apuestan a una salida política, vía una reforma fiscal en el Congreso que, entre otros ejes, incremente la tajada de coparticipación a las provincias del Impuesto al Cheque, el Fondo Sojero y el Fondo Vial. Pretenden explicarle a la Corte esa aspiración y para ello pidieron semanas atrás una audiencia, que sin embargo hasta ayer no había tenido respuesta.

Mientras, avanzan en el obligado plano judicial: entre fin de septiembre y principios de octubre deben contestar ante el máximo tribunal, de manera individual, la demanda de Vidal, con una defensa de los recursos que hoy reciben y que -remarcan- no están dispuestos a ceder. El pasado viernes en el CFI, los Fiscales de Estado de una veintena de provincias -incluidas las de Cambiemos- avanzaron en argumentaciones comunes.