La medida de Castillo, previo a enfrentar un tercer intento de destitución promovido por legisladores de la oposición, había provocado dimisiones de ministros clave del gobierno y denuncias de un "golpe de Estado" por parte de miembros del Congreso.

Castillo había sido convocado al Congreso para que responda a acusaciones de "permanente incapacidad moral" para gobernar, en medio de varias investigaciones de fiscalía de presunta corrupción.

El Congreso apuró la decisión y destituyó a Castillo con 101 votos a favor -con el apoyo e legisladores de derecha e izquierda-, seis en contra y 10 abstenciones.

Castillo, un líder de izquierda que asumió al poder en julio del 2021, había anunciado un gobierno de "excepción", al tiempo que convocaría en el más breve plazo a elecciones legislativas, con facultades constituyentes, para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses.

El presidente anunció también la reorganización del Poder Judicial, la fiscalía y el Tribunal Constitucional, y refirió que durante el periodo de "interregno" por el cierre del Congreso se respetará el actual modelo económico del país.

Castillo también declaró un toque de queda a nivel nacional desde la noche del miércoles hasta la madrugada del jueves y pidió a los que poseen armas ilegales las entreguen a la policía en un plazo de 72 horas, bajo pena de cárcel si no lo hacen.

En ese orden, el presidente del Congreso, José Williams Zapata, convocó a la vicepresidenta Dina Boluarte para que asuma el poder y complete el periodo hasta el 2026.

Boluarte, una abogada de 60 años que fue hasta hace poco ministra de Inclusión Social, estaba siendo investigada por el Congreso por una supuesta infracción constitucional, pero el Legislativo la absolvió esta semana de todos los cargos.