Los resultados, basados en proyecciones de sondeos, indican un Parlamento fragmentado, dividido en tres grandes bloques: la izquierda, los centristas y la extrema derecha. Esta configuración plantea un desafío profundo para la formación de un gobierno estable, dado que no existe una tradición de cooperación entre estos grupos con plataformas tan divergentes.

Impacto en los principales partidos

El nacionalista y euroescéptico RN, que se perfilaba como favorito en los sondeos preelectorales, sufrió un inesperado revés al quedar en tercer lugar. Por su parte, el presidente Emmanuel Macron convocó estas elecciones tras una derrota en los comicios al Parlamento Europeo el mes pasado, buscando reafirmar su control político, pero los resultados no le fueron favorables.

El NFP, que propuso políticas como la limitación de precios de bienes esenciales, el aumento del salario mínimo a 1,600 euros netos mensuales, el incremento de salarios del sector público y la imposición de un impuesto sobre el patrimonio, manifestó su intención de formar gobierno de inmediato. "El presidente debe invitar al Nuevo Frente Popular a gobernar", declaró Jean-Luc Mélenchon, líder de la izquierda dura.

Desafíos para la alianza de izquierda

A pesar de su inesperado éxito, el NFP no alcanzó la mayoría absoluta. La alianza, compuesta por la izquierda dura, los Verdes y los Socialistas, debe ahora demostrar que puede mantenerse unida y consensuar un programa común. Mélenchon, descartando una amplia coalición de partidos de distintos signos, insistió en que Macron tiene el deber de pedir a la izquierda que forme gobierno.

Las proyecciones indican que la alianza de izquierda obtendría entre 171 y 193 escaños, según diferentes encuestadoras, mientras que el RN y sus aliados lograrían entre 120 y 144 escaños. El grupo centrista de Macron, "Juntos", quedaría en segundo lugar, apenas por delante del RN.

Reacciones y expectativas

En su primera reacción, Jordan Bardella, líder del RN, calificó la cooperación entre las fuerzas contrarias a su partido de "alianza vergonzosa" que, según él, paralizará Francia. Marine Le Pen, mirando hacia el futuro, afirmó que aunque la victoria del RN se ha retrasado, las elecciones sembraron las semillas para un eventual triunfo en las presidenciales de 2027.

En la sede del NFP, los militantes celebraron con gritos de alegría y abrazos al conocerse las proyecciones de voto. Hafsah Hachad, médico y activista ecologista, expresó su alivio: "Como franco-marroquí, lo que proponía la extrema derecha como Gobierno era una locura".

En el entorno de Macron, la incertidumbre es palpable. "La pregunta que vamos a tener que hacernos esta noche y en los próximos días es: ¿qué coalición es capaz de alcanzar los 289 escaños para gobernar?", comentó una fuente cercana al presidente.

Futuro incierto

La falta de resultados oficiales definitivos añade más incertidumbre. Se espera que los votos de la mayoría de las circunscripciones estén en las primeras horas del lunes. Los votantes castigaron  a Macron y a su alianza gobernante por la crisis del costo de la vida, el colapso de los servicios públicos, así como por la inmigración y la seguridad.

A pesar de las ganancias en comparación con elecciones anteriores, el RN no logró capitalizar completamente las quejas sociales para alcanzar el poder, quedando lejos de la victoria que los sondeos inicialmente les auguraban.