Con un discurso enfático, que fue aplaudido dentro de la sala de reuniones, Santiago Mitre, el director de la película “Argentina 1985”, ganadora de numerosos premios y nominada el año pasado al Oscar, pidió que se elimine del proyecto de ley ómnibus la reforma a la Ley de Cine, algo que consideró un “gesto demagógico y destructivo”.

En representación de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica, el guionista recordó que “durante todo el recorrido que implicó promocionar” su película sobre el Juicio a las Juntas pudo ver “la admiración que genera nuestra cinematografía y nuestro país en el mundo. Es una de las cinematografías más respetadas del mundo”.

“¿Existirían las películas de Darín, de Morán, de Suar, de Roth, de De la Serna y de tantos otros si no hubiese existido una Ley de Cine que propulsó y sostuvo una cinematografía a lo largo del tiempo? No”, aseveró.

En esa línea, resaltó que “Argentina es el país que más nominaciones al Oscar tiene en la región. ¿Por qué sucede eso? Porque hay una Ley de Cine que sostiene y fomenta la existencia de un cine argentino”.

“Las películas argentinas se exportan a todo el mundo, son reconocidas en todo el mundo, generan divisas, trabajo de calidad y valor agregado. Le dan visibilidad a nuestro país, generan admiración, ¿por qué queremos destruir eso? ¿Para qué?”, continuó y subrayó que “no sólo las grandes películas con grandes estrellas, sino un sinfín de películas pequeñas, hechas con presupuesto muy acotado, que sostienen ese prestigio”.

Mitre señaló que “los últimos 30 años han sido, fuera de cualquier duda, los mejores de todo el cine argentino en su historia. La primera vez que el cine argentino ocupó un lugar importante y sostenido a nivel internacional, y esto es indisociable de una política de producción cuyo eje fue un organismo autárquico, ajeno a los caprichos de los poderes de turno y cuyo presupuesto, frente a las insistentes falsedades que se dicen, no está relacionado al presupuesto nacional, se autoabastece”.

“El cine no pide plata, pide que se mantenga la ley que le permite autofinanciarse”, afirmó y fue aplaudido. “La pérdida de esa autonomía implícita en la inminente intervención augura un horizonte de menor diversidad, menor calidad, en el cual se vislumbra no un intento de resolver nada sino un gesto demagógico y destructivo, y va a volver a la industria del cine en susceptible de convertirse en una herramienta más de los caprichos de la contingencia política”, advirtió.

El director de cine explicó además que la modificación propuesta “aleja cualquier posibilidad de que efectivamente se realicen reformas que sí son necesarias”, por eso pidió que “los cambios sean pensados con responsabilidad y análisis”.

A su turno, la presidenta de la Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica, Vanessa Ragone, productora de la película ganadora del Oscar “El secreto de sus ojos”, destacó “el apoyo constante de una política cinematográfica fuerte que nos ha llevado al lugar al que estamos”. “El cine es una actividad virtuosa, que devuelve muchísimo de lo económico que el Estado sustenta en parte”, indicó.

Y apuntó que “el desfinanciamiento implicaría no poder seguir produciendo prácticamente, quedar en manos de un eventual mundo privado”.

Al coincidir con Mitre, dijo que ante los cambios tecnológicos “hay que profundizar una Ley de Cine proactiva, novedosa”, pero por el contrario “apurar estas modificaciones sería letal para el cine e impediría que pudiéramos seguir filmando”. Por eso, reclamó “que aparten el capítulo cine de esta discusión” y tener sí un debate “en profundidad, que nos lo debemos”.

Fuente: Parlamentario