Bedia, legisladora del partido La Libertad Avanza, contrató a casi todo su núcleo familiar en la nómina del Senado, incluyendo a sus tres hijos, un hermano, una sobrina y una cuñada. Este hecho generó un torrente de controversia, especialmente al descubrirse que otros senadores del mismo bloque político facilitaron la incorporación de varios miembros del clan Bedia bajo el título de asesores.

El portal La Política Online fue el encargado de sacar a la luz esta información, detallando que entre los beneficiados se encuentran dos hijos de Bedia, Joel Benjamín Mamaní y José Abner Jair Mamaní, quienes perciben salarios de aproximadamente un millón y 1.4 millones de pesos respectivamente. Además, otro hijo, Pablo Mamaní, fue contratado por la senadora Ivana Marcela Arrascaeta, recibiendo una remuneración superior al millón de pesos.

La respuesta del Gobierno nacional no se hizo esperar. Manuel Adorni, vocero presidencial, expresó un rechazo categórico a este tipo de prácticas, aunque evitó referirse directamente al caso de Bedia, subrayando la posición del Gobierno contra el uso del Estado para beneficios personales.

Más allá de los hijos de Bedia, el alcance del nepotismo parece extenderse a otros familiares, incluyendo a un hermano contratado por otro senador del bloque, en una clara muestra de favores cruzados. Daiana Ester Llanes, sobrina de la senadora, y Mirta Araceli Silisque, nuera de Bedia, también forman parte de la lista de familiares contratados, con salarios que, aunque varían, reflejan la profunda inserción del clan Bedia en la estructura del Congreso.

Las contrataciones polémicas en tiempos donde "no hay plata"

El arribo del clan Bedia da cuenta que en la planilla de asesores de la senadora figura como integrantes dos de sus hijos (Joel Benjamín Mamaní y José Abner Jair Mamaní). El primero con un sueldo de alrededor de un millón de pesos y el segundo, más afortunado, de 1,4 millones de pesos. 

Otro de los hijos de Bedia, Pablo Mamaní, también trabaja en la Cámara Alta, pero no figura en el despacho de la pastora evangélica, sino que fue contratado por senadora Ivana Marcela Arrascaeta, también de La Libertad Avanza. Así figura en la resolución 170/24 de la propia Cámara. Mamaní aconsejará a la legisladora de San Luis por una remuneración de más un millón de pesos.

"Los hermanos sean unidos", pero en el Estado

Pero Vilma Bedia -la misma que promociona que se "hagarre la pala" (sic) en sus redes- no solo quiso ser generosa con sus hijos. Porque también extendió sillas de su despacho para que sean ocupadas por algunos de sus hermanos. Según las versiones periodísticas dan por ciento que, desde Jujuy, la senadora llevó al Congreso a trabajar a sus hermanos Alberto y Juan Carlos (este último a cargo de la Fundación Emanuel, que ofrece "seminarios de higiene mental").

Otro de los nombrados es Daniel Ricardo Bedia, que sí está designado como trabajador del Parlamento. Pero la contratación no corrió por cuenta de la senadora, sino que la ayuda vino del riojano Juan Carlos Pagotto. El senador libertario lo ubicó en la planta temporaria, a cargo del área administrativa y técnica.