El rechazo al texto reunía 55,76% de los votos válidos contra 44,24% de aprobación cuando se había cumplido el conteo de 99,68% de las 39.728 mesas totales, informó el Servicio Electoral (Servel) en su sitio web.

Los chilenos votaron para decidir si aprobaban o rechazaban un proyecto de nueva Constitución escrito en su mayoría por partidos de derecha para que reemplazara a la elaborada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90).

El presidente Gabriel Boric afirmó que los dos procesos similares en dos años, ambos fracasados, "polarizaron el país", por lo que "la política ha quedado en deuda con Chile".

El resultado fue admitido también por el líder del Partido Republicano de extrema derecha, José Antonio Kast: "Una gran mayoría de chilenos ha rechazado la propuesta que nosotros impulsamos del Consejo Constitucional y reconocemos esa derrota", afirmó.

El presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI, de orientación pinochetista y del cual se escindió el grupo de dirigentes que formó el Partido Republicano) había coincidido poco antes.

El resultado del plebiscito “es una muestra de un cansancio constitucional que tiene el país, y la responsabilidad que tenemos como partido es ser consecuentes con la ciudadanía”, dijo.

“Este tema queda cerrado; los chilenos están hastiados y lo que ha ocurrido hoy es la mejor demostración y el reflejo; nosotros damos por cerrado este tema”, agregó Macaya.

Boric, que impulsaba una iniciativa más progresista de carta magna que fuera rechazada en otro plebiscito en 2022, dijo al votar que valoraba el carácter democrático de la consulta cualquiera fuera su resultado.

Más de 15 millones de personas estuvieron habilitadas para sufragar en 3.000 centros de votación en Chile y otras 120.000 en el exterior.

Debido a la obligatoriedad de la votación, se percibieron largas filas en las comisarias para excusarse por estar a más de 200 kilómetros del lugar de sufragio.

Según datos de Carabineros, más de 300.000 personas realizaron la solicitud de manera online, de las cuales más de 200.000 fueron validadas en las comisarías de manera presencial.

El número de solicitudes fue más del doble comparado con el primer proceso constitucional, en el que fueron cerca de 103.000 las excusas registradas.

Cabe destacar que Chile se rige por la Constitución de 1980, que tuvo una importante reforma en 2005 durante el gobierno de Lagos, pero que fue el centro de los reclamos ciudadanos en el estallido social de octubre de 2019.

El borrador constitucional contemplaba un retiro del pago de contribuciones a la primera vivienda, la libertad de elección de salud y el derecho preferente de los padres a elegir la educación de sus hijos.

La libre elección en materia de salud habría podido dar rango constitucional a las prestaciones de salud privada de Chile, algo muy criticado por el oficialismo debido a los altos costos del sistema.

Además, el texto consultado este domingo proponía reducir la cantidad de diputados de 155 a 138 y establecer que los partidos políticos necesitaran superar un umbral de 5% de los votos para poder entrar en el Congreso.