La Guardia Urbana se percató de que los nombres escritos en las rocas coincidían con los visitantes recientes que fueron interceptados a la salida del lugar.
Los trabajadores al identificarlos les informaron a los turistas que está terminante prohibido dañar patrimonio cultural de la provincia, y que constituye una falta contravencional.
Los turistas no se responsabilizaron por el hecho, y expresaron su disconformidad quejándose, al momento del hecho fueron demorados y trasladados a la sede Policial.