Según informaron fuentes de la Brigada de Investigaciones de la ciudad fronteriza, el martes al mediodía, familiares del joven se presentaron en una dependencia policial y afirmaron que el adolescente se había quitado la vida disparándose en la sien derecha. En el lugar, se encontró un revólver de calibre 22 que supuestamente habría sido utilizado por la víctima.
No obstante, durante el curso de la investigación, las autoridades entrevistaron a familiares y allegados del joven, detectando inconsistencias en sus relatos. Además, se llevaron a cabo análisis de cámaras de seguridad y otras pesquisas, lo que llevó a descartar la hipótesis del suicidio.
Las pericias realizadas revelaron un hecho perturbador: el disparo fatal no provenía del revólver hallado en la escena, sino de un rifle calibre 22 largo, el cual fue encontrado escondido en otra vivienda cercana. Esta evidencia sembró aún más dudas sobre la versión inicial presentada por los familiares.
En el transcurso de la investigación, se determinó que dos tíos del menor, de 22 y 24 años, se encontraban presentes en la vivienda en el momento del hecho. Se sospecha que fueron ellos quienes intentaron encubrir el homicidio, tratando de simular que se trataba de un suicidio y colocando el otro arma de fuego junto al cuerpo.
Fuentes cercanas a la investigación revelaron que el arma "plantada" había sido adquirida antes de que los familiares alertaran a las autoridades, sugiriendo una planificación previa. Un hermano de la víctima, de 27 años, también fue implicado en la manipulación de los hechos y supuestamente colaboró en la ocultación de pruebas.
La fiscal Leila Rodríguez, a cargo de la Unidad Fiscal de Humahuaca, ordenó el arresto preventivo de los dos tíos y el hermano de la víctima, mientras avanza la investigación. Los tres enfrentarán acción penal en base a las pruebas reunidas hasta el momento.
La comunidad de La Quiaca se encuentra consternada por esta tragedia y espera que la justicia esclarezca plenamente los hechos detrás de la muerte del adolescente.
