En primer orden se aguarda que declaren ante el Tribunal N° 1 de Dolores los tres amigos de Fernando y Ventura, el joven de Zárate que estuvo preso como supuesto partícipe del crimen tras haber sido mencionados por los rugbiers cuando fueron detenidos, pero luego se comprobó que él no estuvo en Villa Gesell al momento del crimen y fue liberado.

Luego, los jueces escucharán a tres personas de seguridad del boliche Le Brique, los cuales expulsaron a Fernando Báez Sosa y al grupo de los rugbiers por un hecho que, hasta el momento, se desconoce, aunque sí se sabe que entre ambos bandos hubo un conflicto que derivó en el ataque brutal y el asesinato.

Finalmente, el Tribunal 1 también escuchará al personal policial que estuvo trabajando en la puerta de Le Brique.

En la segunda jornada de ayer martes testificaron nueve amigos de Fernando Báez Sosa, y quien hasta el momento de su fallecimiento fuera su suegro Oscar Rossi, quien destacó que el joven asesinado “era un ser humano increíble, extraordinario y muy bueno”.

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Julieta Rossi, novia hasta el deceso de Báez Sosa, estaba en el cronograma de testigos para la jornada de ayer martes, pero por un certificado medico de su psicóloga no estuvo. El padre de la joven de veinte años aseguró en su declaración a los jueces que su hija no está en condiciones de "afrontar" el juicio.

Otro de los testigos fue Lucas Felardi, uno de los diez amigos de Báez Sosa con quien vacacionaba en Villa Gesell, en su declaración aseguró que "Había cuatro o cinco personas pegándole a Fernando". Las amistades de Fernando en sus declaraciones catalogaron al hecho como "No fue una pelea, fue una emboscada".

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