Conocida por su habilidad y maestría en la creación de tamales y humitas, Carmen Rosa se convirtió en un ícono culinario en la zona de la Vieja Terminal de Ómnibus. Su dedicación y pasión por la cocina se reflejaban en cada plato que preparaba, ganándose el aprecio y el reconocimiento de los habitantes de Jujuy y de quienes visitaban la región.

En los días previos a Semana Santa, la salud de Carmen Rosa comenzó a deteriorarse, lo que llevó al cierre temporal de su tradicional negocio gastronómico. Su partida deja un vacío irremplazable en el corazón de la comunidad, pero su legado perdurará en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de probar sus exquisitos tamales y humitas.

Los restos de Carmen Rosa fueron velados en su domicilio, ubicado en la calle Guatemala 685 del barrio Mariano Moreno, de esta capital. La comunidad se reunió para despedir a esta leyenda de la cocina jujeña y acompañar a su familia en este momento de dolor.

La inhumación se llevó a cabo este domingo por la tarde en el cementerio Jardín del Castillo, donde descansará en paz.