Hace 40 años, 165 jujeños iban a la guerra, 15 de ellos murieron en batalla.

El 2 de mayo de 1982, a las 16.02 El crucero ARA General Belgrano fue alcanzado por un torpedo de un submarino inglés. El impacto destruyó la sala de máquinas del “Belgrano”, el segundo impacto fue en la proa y el buque comenzó a irse a pique.

21 minutos después del ataque, el Comandante ordena abandonar el buque. Casi una hora después el crucero comienza a hundirse a 4.200 metros bajo el mar, en la cuenca Los Yaganes, al sur de las Malvinas.
Fue la mayor tragedia naval de la historia de la Armada Argentina.

Casi 300 hombres murieron en el impacto, 12 de ellos eran jujeños: Antenor Sajama, Omar Chaile, Héctor Díaz Gómez, Aristóbulo Farfán, Jorge Torres, Teodoro Laguna, Humberto Alemán, Justo Eustaquio Mamaní, Ramón Elías Salazar, Roberto Úzqueda, Roberto Sancho y Fernando Zarzoso.

El crucero ARA “General Belgrano” quedó hundido a 210 millas al sur de la isla Gran Malvina. En esa zona descansa el "guardián eterno".

Los otros tres jujeños que estuvieron en combate en las islas se llamaban Héctor Oviedo, Miguel Ávila y Ángel Quispe.

Miguel Ávila perdió la vida el 28 de mayo de 1982 en Darwin después de ser alcanzado por las esquirlas de un misil.

Ávila era uno de los siete hermanos de una humilde familia residente en la ciudad de Perico. Cosechaba tabaco y, según contaron sus familiares, amaba las tortas de chocolate de su hermana Clarita.

Ávila tuvo un gesto heroico antes de caer en Malvinas. Cuando los misiles ingleses comenzaron a impactar en las zonas de trinchera, el soldado jujeño sacó a tres compañeros cordobeses en la ráfaga. Luego trató de salir y fue alcanzado por una esquirla que le dio en la cabeza.

Los tres soldados cordobeses aún viven en su provincia y recuerdan al jujeño que los sacó de la muerte.