Sus allegados dicen que el ex mediocampista atravesaba un cuadro depresivo. De hecho, la semana pasada había sido hospitalizado de urgencia por un intento de suicidio con pastillas. Le realizaron un lavaje de estómago y en 48 horas le dieron el alta.
Además, vivía una situación personal compleja. Su último trabajo como director técnico fue en el club Rampla Juniors de Uruguay, en febrero de este año.
Según fuentes de la localidad santafesina, el hecho se descubrió en la madrugada cuando el sereno del predio encontró al ex jugador sin vida. El Huevo residía allí, debido a que sufría serios inconvenientes económicos y desde la Liga le ofrecieron hospedaje por la depresión que sufría a causa de sus problemas familiares y laborales.

El jugador vivía tiempos difíciles
Hace seis años había superado un cáncer de ganglios linfáticos (linfoma no-Hodkings): "En ese momento se te vienen muchas cosas a la cabeza. Al principio me agarró un bajón y estaba mal anímicamente. Me encerraba en la habitación e iba a llorar al baño", confesó en 2013. Y aseguró que su fe en Dios y su familia lo ayudaron mantenerse entero para dar pelea. "Me aferré a mi familia y a Dios. Soy muy creyente y recé mucho. Dios es grande y existe", concluyó el jugador cuando tuvo los resultados de la última biopsia.
Toresani tenía 51 años y luego de su retiro profesional se había dedicado a la carrera de entrenador. En su último paso por el club charrúa había terminado su ciclo de la peor manera con el presidente de la institución, Ignacio Durán, con quien llegó a discutir y según los medios del país vecino hubo un intento de ambas partes de tomarse a golpes de puño en su último encuentro.
El Huevo es recordado por sus pasos en Boca, River, Unión y Colón, pero también defendió las camisetas de Instituto, Independiente, Patronato y Audax Italiano de Chile.