La ausencia de Morales se sintió en el Recinto, puesto que fue uno de los gobernadores opositores mas cercanos a la gestión "albertista" y esta vez, en rol de presidente de la UCR y precandidato presidencial, "pegó el faltazo".

Pero no fue el único, ya que hubo poca presencia de los gobernadores. Los que asistieron fueron Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Raúl Jalil (Catamarca), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Gustavo Bordet (Entre Ríos). De Juntos por el Cambio estuvo el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. También asistió la vicegobernadora de La Rioja, Florencia López. 

Fernández dio un discurso de 90 minutos donde repasó la agenda del gobierno que incluyó obras y energía. Luego habló de la deuda macrista con el FMI en la cual puso énfasis en las gestiones para cumplir los pagos. También hubo momentos de tensión entre oficialistas y opositores cuando se refirió a la Justicia. 

Fue la primera vez que se refirió a la Corte Suprema de Justicia, cuyo presidente, Horacio Rosatti, y vicepresidente, Carlos Rosenkrantz, se encontraban a la derecha del estrado, permaneciendo con gestos petrificados ante cada crítica que el jefe de Estado lanzó, incluso cuando recordó el impulso del juicio político en contra de ellos y sus pares -ausentes- Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. 

Otro de los puntos que tomó el Presidente fue la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires.