La resistencia de Unión por la Patria (UP) y los crecientes reclamos de los gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC), incluyendo al gobernador jujeño Carlos Sadir, contribuyeron a un escenario empantanado en el que la administración de LLA elevó el tono contra las provincias que aún no han dado luz verde a las medidas propuestas.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, anunció de manera contundente: "El ajuste va a ser mayor para todos" en caso de que la Ley Ómnibus no sea aprobada. Se anticipó que se tomarán medidas sobre las partidas que el Gobierno nacional transfiere a las provincias, abordando todos los conceptos posibles.
En un movimiento coordinado, el Banco Central decidió no extender la autorización para que los bancos provinciales otorguen créditos a los gobiernos locales, afectando la capacidad de las provincias para financiar sus necesidades financieras urgentes.
A pesar de esta firmeza, el Gobierno envió al Congreso un nuevo proyecto para restituir el Impuesto a las Ganancias, como gesto de compromiso. La medida fue acordada durante un Zoom entre el ministro del Interior, Guillermo Francos, y los mandatarios de JxC.
En respuesta, los gobernadores de JxC presentaron una contrapropuesta que incluye la eliminación de las retenciones y la sugerencia de eliminar gastos tributarios de más de 30 regímenes especiales. También demandaron la anulación del aumento de los derechos de exportación.
Actualmente el colectivo amarillo cuenta con una liga de 9 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño: Alfredo Cornejo (Mendoza); Leandro Zdero (Chaco); Claudio Poggi (San Luis); Maximiliano Pullaro (Santa Fe); Ignacio Torres (Chubut); Rogelio Frigerio (Entre Ríos); Marcelo Orrego (San Juan); Carlos Sadir (Jujuy); Gustavo Valdés (Corrientes); y Jorge Macri (Ciudad). Esa crew también es orbitada por el cordobés Martín Llaryora, quien sigue desde Buenos Aires las negociaciones.
Mientras la tensión aumenta, el Gobierno de LLA juega al palo y la zanahoria, comprometiéndose a compensar las arcas de las jurisdicciones a pesar de afirmar que ya cedió lo suficiente.
Se espera que las negociaciones continúen en un ambiente tenso, con las posiciones de ambas partes aparentemente distantes. La incertidumbre persiste en torno al destino de la Ley Ómnibus y sus implicaciones para el país.
