Crecimiento económico y reducción del déficit

Uno de los puntos destacados del presupuesto es la proyección de un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,7%. Este crecimiento será impulsado en gran parte por la recuperación del sector agroindustrial, que superará los desafíos de la sequía y contribuirá significativamente al aumento del PIB.

La recaudación fiscal también se espera que se incremente gracias al repunte de las exportaciones del agro y a la solidez del mercado laboral, lo que llevará a un aumento de los ingresos de la seguridad social.

Además, se prevé una recuperación de los ingresos a través del impuesto PAÍS y se espera una recuperación del 111% en términos nominales.

En cuanto al déficit fiscal, el presupuesto contempla una reducción sustancial del 1,9% en 2023 al 0,9% proyectado para el próximo año. Este logro se basará en el aumento de la recaudación, los ajustes en el gasto corriente y la política de incrementos de tarifas.

Reducción de la inflación

El Gobierno tiene como objetivo una disminución significativa de la inflación. Después de un año marcado por la sequía y otros factores que impactaron los precios, se proyecta una inflación anual del 70% para 2024, en comparación con el 135% esperado para este año.

La reducción de la inflación se basa en la estabilidad de la macroeconomía y la eliminación de los factores que contribuyeron a la aceleración de los precios en el año anterior. El Gobierno también confía en que, con un presupuesto equilibrado, se reducirá la necesidad de emitir dinero para financiar al Tesoro, lo que contribuirá a la estabilidad de los precios.

Este proyecto de presupuesto presenta un panorama ambicioso para el crecimiento económico y el control de la inflación en el próximo año, y se aguarda un duro debate en el Congreso sobre las medidas y políticas que lo respaldan.