“En Argentina, la fuerza del feminismo ha permitido que los derechos, conquistas y políticas públicas que hemos logrado alcanzar  vengan de la mano de gobiernos populares”, señaló Chaher, al tiempo que añadió: “Cuando Eva logra la sanción del voto femenino toma la demanda de ese momento y la convierte en una necesidad mayoritaria, popularizando y llegando a las mujeres de todas las clases sociales, pero sobre todo de las clases populares, incorporándolas a la vida pública dándonos el derecho de elegir y ser elegidas”.

Recordó que desde que “se sancionó la ley hasta la primera vez que pudimos votar, pasaron cuatro años en los que Eva, sin tener un cargo, construyó la territorialidad de las mujeres. Obviamente con las afiliaciones, la libreta cívica, creación de unidades básicas, entre otros aspectos que lograron que haya tres mil seiscientas delegadas en todo el país”. De esta manera, “en las elecciones de 1951, sin tener Ley de Cupo, Eva logra tener candidatas mujeres con cargos expectantes en las veinticuatro provincias”.

“En esa época el odio hacía las mujeres se tradujo en viva el cáncer ante la enfermedad de nuestra querida Eva, así como hoy en nuestra Argentina hay una sola dirigente política que fue intentada asesinar: Cristina Fernández de Kirchner. Al cumplirse un año del intento de magnicidio hoy hay una jueza que no permite avanzar en la causa”, completó.

Durante su presentación, Chaher también realizó un paralelismo de los cincuenta años del Golpe de Estado en Chile con los 40 años del retorno de la democracia en nuestro país, indicando que esto “nos invita a reflexionar que es la democracia y en cómo la fortalecemos” en momentos donde estos sistemas de gobierno “crujen en Latinoamérica y el mundo”.

“En cuarenta años de democracia en Argentina hemos conquistado muchos derechos, lo cuales siempre están en disputas porque las derechas no duermen y se organizan para estar en permanente acecho en contra de los gobiernos populares y transformadores, por eso es sumamente importante que siempre estemos, como militantes políticos, despiertos, organizándonos y dándonos los debates que tenemos que dar”, agregó.

Para finalizar, apuntó que “es fundamental debatir cuánto las mujeres aportamos a la democracia y sobre todo cuánto contribuimos a los procesos electorales, porque también es visibilizar la labor, militancia y aporte a los procesos democráticos, para poder ser plenamente conscientes de que las mujeres organizadas y militantes apuntalamos permanentemente al sustento de nuestros territorios”.