En las PASO provinciales de julio pasado, Juntos por el Cambio arrasó con el 63% de los votos en la sumatoria de sus tres precandidatos a gobernador, encabezados por Pullaro quien se impuso en la interna sobre la senadora Carolina Losada y la ex intendenta e Rosario Mónica Fein.

Con esta ventaja, el dirigente radical y ex ministro de Seguridad provincial es el máximo candidato a suceder al peronista Omar Perotti y en caso de lograrlo será el primer mandatario radical de Santa Fe desde 1963.

Por su parte, el senador nacional y ex periodista deportivo Lewandowski corre desde bastante de atrás, ya que en la sumatoria de sus votos con lo de los otros tres de Juntos Avanzamos (denominación local de Unión por la Patria) que compitieron en las PASO obtuvieron entre todos un 27,9%, muy lejos de la cifra de JxC.

Los otros dos postulantes a gobernador que competirán, pero sin posibilidades reales son Carla Deiana (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) y Edelvino Bodoira (Viva la Libertad), este último de un espacio libertario que no cuenta con el padrinazgo de Milei.

Santa Fe es el tercer distrito del país (significa el 7,9% el padrón nacional) y por primera vez desde el regreso de la democracia vería interrumpido el dominio que ostentaron el peronismo y el socialismo. Además de gobernador y vice, se elegirán 50 diputados provinciales, 19 senadores departamentales, intendentes en 46 localidades (Rosario es una de ellas), 217 concejales para 60 municipios y autoridades en 305 comunas.

El sistema de votación será con boleta única de papel, separadas en cinco, con distintos colores según la categoría: verde para gobernador; roja para intendente; amarilla para concejales; naranja para diputados y celeste para senadores. El elector recibe la boleta única de parte de las autoridades de mesa y un bolígrafo para utilizar en el cuarto oscuro.

Con este sistema, a cada opción electoral le corresponde un casillero, por lo que la elección se realiza tildando una sola opción de la boleta. Si marca dos veces, el voto será nulo y, en el caso de que no haya marcas, se considerará como voto en blanco.