“Argumentaron que por no tener los papeles de las tierras por ende no podemos tener los servicios. Nos propusieron tener un medidor comunitario, lo cual implica documentación que no tenemos”, explicó Roberto Gramajo, vecino del barrio.
Ante la consulta sobre qué es un medidor comunitario, Gramajo indicó que “un medidor comunitario es para veinte o treinta familias, y que alguien se tiene que hacer cargo del mismo y pagar, pero ¿qué pasa? Al haber tantas familias es imposible que haya uno y de las familias no todos se quieren hacer cargo”.
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Con respecto a los terrenos donde residen los vecinos, Gramajo señaló que “no existe propietario alguno todavía, porque la justicia nacional no se expidió al respecto si queda en manos del estado o en manos del privado”.
Los afectados solicitan la reanudación del servicio de forma inmediata, de no ser así que “los vecinos autoconvocados tomaremos la decisión de reconectarnos, no nos queda otra. No vamos a dejar a nuestras familias desamparada, por problemas legales o de empresas privadas", dijo.
