"Quiero decirles a todos los argentinos que la situación es dura, pero que ya hemos recorrido más de la mitad del camino, este es el último tramo de un esfuerzo heroico, y por primera vez va a valer la pena", expresó Milei al inicio de su mensaje.

El presidente aseguró haber heredado un país al borde del colapso económico, con una inflación descontrolada y un déficit fiscal insostenible. Sin embargo, resaltó los esfuerzos de su gobierno para implementar un programa de estabilización radical, caracterizado por lo que él denominó "un shock de ajuste".

En medio de críticas y escepticismo, Milei defendió sus medidas, argumentando que han logrado resultados tangibles, incluido el mencionado superávit fiscal y una reducción importante en el gasto público. En este contexto, el presidente destacó el papel de su equipo económico y elogió a dos ex funcionarios del gobierno anterior por su contribución al proceso.

"Para nosotros la inflación es un robo y el déficit fiscal es la causa de la inflación, por lo tanto el déficit cero no es solo una consigna de marketing para este gobierno, sino un mandamiento", afirmó Milei, reiterando su compromiso con la estabilidad económica y la responsabilidad fiscal.

Además, el presidente anunció la clausura de organismos gubernamentales que, según él, se utilizaban para perseguir a disidentes políticos, así como la eliminación de la publicidad oficial en los medios de comunicación. Estas medidas, según Milei, no solo han contribuido a equilibrar las finanzas públicas, sino que también han fortalecido la transparencia y la democracia en el país.

En un tono desafiante hacia la oposición, Milei proclamó el fin de la "era del supuesto Estado presente", culpándola por sumir a gran parte de la población en la pobreza. Concluyó su discurso reafirmando su compromiso de sacar al país del "infierno" económico en el que se encontraba, y pidió el apoyo de todos los argentinos en esta empresa.