En medio de este clima y a pesar de los anuncios del gobierno, General Motors comunicó a su red de concesionarias un aumento del 23% en los precios de sus modelos Chevrolet, un porcentaje equivalente a lo que había saltado el dólar hasta ayer.

Por la mañana, algunas fábricas decidieron frenar la facturación por la incertidumbre cambiaria. La primera en hacerlo fue Fiat pero con el correr de las horas se sumaron Volkswagen, Ford, Nissan, Honda, entre otras. En algunos casos, con comunicaciones oficiales; en otros, internamente. Casos como Toyota o Chevrolet siguieron operando pero cada concesionaria tenía libertad de acción para decidir su estrategia. Importadores también sacaron sus precios de los sitios de internet.

Por esta situación, el mercado quedó prácticamente paralizado y se mantienen en expectativa. Algunas prefieren esperar y hasta que no se despeje la incertidumbre cambiara, no tendrán listas nuevas por lo que las operaciones permanecerán congeladas, salvo alguna excepción.

En algunas concesionarías aseguraron que desde las terminales anticiparon que habrá un aumento de precio provisorio de 10% en la lista, para diluir el impacto y comenzar a vender, y otro ajuste la semana próxima