Y el éxito de esa estrategia depende más de la posibilidad de profundizar todo lo que se pueda la grieta con un eventual enfrentamiento entre Cristina y Macri, que de lo que se pueda hacer desde la Casa Rosada.
Todos los sondeos de intención de voto, de imagen de dirigentes y de expectativas de la situación económica tanto personal como del país en el corto y mediano plazo parecen reforzar esa idea.
Así lo demuestra el último sondeo realizado a nivel nacional por Ricardo Rouvier y Asociados, que de acuerdo con ese trabajo la imagen negativa de Macri llegó en marzo al 60,3% mientras que apenas dos de cada diez argentinos aseguró tener una buena imagen del Presidente.
La imagen negativa de Macri traza un camino ascendente ininterrumpido desde hace seis meses y llegó al nivel más alto registrado a lo largo de su gestión.
En noviembre de 2017 la imagen negativa superó por primera vez la positiva y desde entonces la brecha entre ambas no dejó de acrecentarse.
El mismo sondeo muestra a Macri cayendo en un hipotético balotaje frente a Cristina aunque con un alto nivel de abstencionismo que habrá que ver, más cerca de los comicios y al calor de las campañas, si se mantendrá o no.
Así el 40,9% de los encuestados se pronunció a favor de Cristina frente al 37,5% que aseguró votará por Macri en un eventual balotaje. El 15,8% de los sondeados aseguró que no votaría por ninguno de ellos.
Es la primera vez que Rouvier registra desde junio del año pasado un triunfo de Cristina por sobre Macri en una hipotética segunda vuelta electoral.