El resultado anunciado por el órgano estadístico estuvo en línea con los pronósticos previos de los analistas privados, sin embargo mejoró respecto de abril, cuando había arrojado 6% y 6,7% en marzo.

Los precios de la salud, con el 6,2%, fueron los que más se incrementaron en mayo. En cinco meses este sector subió sus precios en 28% y en un año en 60,7%, “empatando” al promedio general.

Les siguieron los del transporte, 6,1%, por efecto del aumento de los combustibles y los pasajes. Tal como viene sucediendo en los últimos meses, la indumentaria continúa sin freno en su escalada alcista, registrando en esta oportunidad 5,8%. Luego aparecen restaurantes y hoteles, 5,7%; equipamiento y mantenimientos del hogar, 5,4%; y recreación y cultura, 5,2%.

Los alimentos tuvieron un incremento de 4,4% durante el mes pasado y en consecuencia desde enero crecieron 33,7% y en un año 64,2%.

Por su parte, los gastos en alquiler y servicios para la vivienda estuvieron por debajo del promedio general con un alza de 3,6% en el mes debido a que aún no impactó el ajuste tarifario que se computará desde junio. Por la misma razón, en cinco meses el incremento fue de 22% y en un año de 41,8%.

A su vez, “educación” aumentó sus precios en 3,2% en mayo, 36,9% en cinco meses y 57,7% en doce períodos.

El rubro comunicación mostró un alza de 3,1% en el mes, 20,5% desde enero y 37,4% en la comparación interanual.

El 5,1% de mayo que informó el INDEC es similar al 5,2% que pronosticó el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central en base a estudios de más de 40 analistas económicos.

Con este resultado para mayo, el REM había pronosticado un 72,6% de inflación para 2022. La expectativa pasa ahora por esperar el REM de junio para determinar si se frenó la inercia inflacionaria.