“Hace muchos años vivía un rey que era comedido en todo, excepto en una cosa: se preocupaba mucho por su vestuario. Un día oyó a Guido y Luigi Farabutto decir que podían fabricar la tela más suave y delicada que pudiera imaginar. Esta prenda, añadieron, tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna; los pícaros simulaban que trabajaban en la ropa, pero se quedaban con los ricos materiales que solicitaban para tal fin.
Sintiéndose algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver la prenda o no, el emperador envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Ninguno de los dos admitió que era incapaz de ver la prenda; al contrario, ambos comenzaron a alabarla. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y estaba deseando comprobar cuán estúpido era su vecino.
El monarca decidió estrenarla en un día de fiesta y desfile. Llegado el día, los estafadores hicieron como que lo ayudaban a ponerse la inexistente prenda y el rey salió a desfilar, sin admitir que no podía verla. Pensó que lo considerarían estúpido o inepto para reinar.
Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el traje, temerosa de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo. Finalmente, un niño dijo: «¡Pero si va desnudo!»
La gente empezó a cuchichear hasta que toda la multitud gritó que el emperador iba desnudo. Este lo oyó y supo que tenían razón, pero levantó la cabeza y terminó de desfilar.”

Parece que, en la Argentina del 2024, luego de mas de seis meses de gobierno muchos sectores de la sociedad comienzan a darse cuenta de que el rey está desnudo.

Los números que brinda en sus elocuentes apariciones mediáticas son imposibles de verificar, señala que la economía argentina comienza a despegar y eso no se comprueba en las economías domesticas de cada uno de nosotros que cada mes nuestros salarios alcanzan para menos.

El otro día pasé por el centro y muchos locales que antes veía con gente consumiendo estaban vacíos.  Habló con el verdulero de la feria al que le compro casi todos los sábados y me dice que cada vez trae menos cosas, porque no las vende y después las tiene que tirar.

El emperador pasea por el mundo, pero no ha hecho una sola visita a ninguna provincia ni las que tienen conflictos ni las que están en calma. 

Organizó un recital en el Luna Park, y a los pocos días la justicia mostró el primer caso de corrupción del gobierno, centenares de contratados a través de una ONG internacional.

Galpones llenos de alimentos por vencer sin repartir, el congreso votó una ley que mejorara los ya magros salarios de los jubilados y solo atina a decir que la va a vetar.

Ya muchos nos dimos cuenta, otros comienzan a verlo. En poco tiempo él mismo se dará cuenta que está desnudo y que todo fue una gran falacia o fantasía.

Que gobernar no es ser “vivo” en twitter.