Al conocer la sentencia de la Justicia, el tenista aseguró sentirse "profundamente decepcionado", no solo por perder la batalla legal, sino porque no podrá tomar parte del Australian Open.

La controversia por la presencia de Djokovic en Australia se dio debido a que el tenista no está vacunado contra el Covid-19, y si bien dijo que había contraído la enfermedad en diciembre pasado, luego admitió "errores humanos" en la confección de los datos que suministró a Migraciones para ingresar al país.

De esta manera, el serbio no podrá defender su corona en el Abierto de Australia, que comienza el lunes, y en donde podía lograr superar el récords de Grand Slams conquistados, que por ahora comparte con el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, con 20 títulos cada uno.

La Justicia falló de manera unánime en contra de la situación de Djokovic, y convalidó lo dispuesto por el ministro de Inmigración, Alex Hawke, quien había firmado la deportación del serbio.

El serbio fue acompañado por sus abogados en la audiencia y luego de conocer el fallo, a través de un comunicado, indicó que necesita un tiempo para "descansar y recuperarse", y explicó que "respeta" la decisión de la justicia australiana tras "cooperar" con las autoridades.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, se refirió también a la situación y celebró "la decisión de mantener fuertes" sus "fronteras y mantener seguros a los australianos".

La situación de "Nole" en Australia también derivó en versiones encontradas con las autoridades serbias y tras la deportación, la ministra de Deportes del país europeo, Vanja Udovicic, envió un mensaje de apoyo al tenista.

"Ganador de 20 títulos de Grand Slam, el mejor del mundo, alguien que escribe la historia del deporte en el planeta: ése es y será siempre Novak Djokovic. Todo lo demás es una tontería y una vergüenza, un absurdo y una muestra de hipocresía. Leyenda, orgullo de Serbia, estamos contigo", aseveró Udovicic.

La ausencia de Djokovic del Abierto de Australia le abrió la puerta al italiano Salvatore Caruso, clasificado en el puesto 150 del mundo, quien será el "lucky loser" que lo reemplazará en el cuadro principal y deberá enfrentar al serbio Miomir Kecmanovic el lunes.