El Lobo mostró otra cara y se acercó a lo que pretende su entrenador, Martín Astudillo, aunque falta algo más. Fue un equipo ordenado, corto y solidario, con una defensa que apretó y un mediocampo que presionó y cuando pudo acompañó a los delanteros.

Gimnasia primero salió a cuidar el 0 en su arco, a la espera de algún contraataque que no se pudo dar en el primer tiempo, mientras el local iba para adelante, pero con poco juego y poca claridad. En la etapa final, el equipo de Christian Bassedas se adelantó en el campo de fuego, se hizo un largo y parecía entregado.

Eso esperaba el Lobo, que la primera que tuvo, no la desperdició. Un pelotazo largo de Rodrigo Morales para Alexis Blanco, que la fue a pelear con Hilario Navarro, que quiso despejar con la cabeza y se la dejó servida al 9, que sólo tenía que patear para poner el 1 a 0.

Boca Unidos salió a buscar el empate. Quería, pero no podía. En otro contragolpe, el recién ingresado Guido del Casón pateó con el arco libre, lo salvaron, pero en el rebote Maki Salces aumentó la diferencia y estableció el 2 a 0, a los 25 minutos.

Todo lo que quedaba del encuentro fue de más. Gimnasia se dedicó a cuidar la pelota y dejó que los minutos transcurrieran.

Fuente: El Submarino