Por una cuestión de desaciertos dirigenciales fue perdiendo prestigio y se alejó de los principales planos de la Libertadores, pero encontró la fórmula para seguir coqueteando con los torneos continentales al aferrarse a la Sudamericana.
Es que obtuvo ese certamen en 2010 (con Antonio Mohamed) y en 2017 (con Ariel Holan), por lo que en cada edición se siente favorito. Sin ir más lejos cuando arribó Sebastián Beccacece admitió que priorizará la Superliga debido a la enorme sequía de títulos a nivel doméstico (el último fue en 2002) pero de todas maneras no quiere descuidar "la Sudaca".
Y este jueves dio una nueva muestra de temple al pasar a cuartos de final, porque cayó 3-2 ante Universidad Católica y en el global fue 3-3, pero tuvo gol de visitante. Y lo que viene para el Rojo será Independiente del Valle.