Con este resultado, Boca quedó a diez unidades del hasta ahora único puntero del certamen, Defensa y Justicia. Por su parte, el visitante, que venía de una racha de tres victorias al hilo, no pudo continuar con la racha.
De entrada, Lanús alistaba a tres defensores cuando atacaba y tenía la pelota, pero rápidamente se sumaban Di Plácido y Pasquini cuando el dueño de casa capturaba el balón. Así y todo, a Boca le llevó tiempo acomodarse a la presión y al toque y circulación que proponía su rival. Y con Zárate tratando de darle profundidad, recién tuvo sus primeras aproximaciones por un disparo de Almendra que salió desviado.
El equipo de Zubeldía no permitía que el ataque local prosperara. Entonces la última línea del conjunto de Alfaro se adelantó unos metros y pareció que con eso podía contrastar la presión de Lanús. Pero lo único que despertaba entusiasmo era Benedetto, quien metió un par de pases exquisitos con su sello, uno de los cuales lo dejó a Pavón frente al arco, pero el 7 definió muy mal. Al final lo tuvo Buffarini, pero su derechazo salió cerca del palo.
En el complemento, las imprecisiones en el conjunto local recrudecieron. Con un descolorido Pavón, que tuvo un par de chances que desaprovechó. Aunque apareció Mas y facturó para el Xeneixe. La alegría duró lo que un suspiro porque enseguida una media vuelta de Sand dejó pagando a Mas, venció a Andrada y enmudeció a La Boca. En la réplica, Pavón pateó un tiro de esquina que Zárate conectó a la carrera para poner a Boca otra vez arriba en el marcador. Con tres goles, el trámite mejoró y Alfaro mandó a la cancha al uruguayo Nández en su primer partido del año tras una lesión en el pie. Boca ganó confianza, un generoso Benedetto dejó solo a Zárate, quien cabeceó una masita para Ibáñez. Lanús parecía ausente en el juego hasta que Acosta cedió para Sand y su remate pudo ser desviado magistralmente por Andrada.
Sobre el final, casi lo empata el ingresado Martínez pero al Granate se le acabó el tiempo para estirar su racha de victorias. Con el triunfo, Boca quedó tercero con 35 puntos y, por ahora, acalla los murmullos que en el entretiempo bajaron desde la platea hacia la figura de su entrenador Alfaro.