En un giro sorprendente de los eventos electorales, Javier Milei emergió como el nuevo presidente de Argentina, ganando el balotaje presidencial y dejando atrás a sus contrincantes. Sin embargo, la victoria de Milei no solo marcó un cambio en la dirección del país, sino que también señala un año complicado para Gerardo Morales, gobernador jujeño y presidente de la UCR, quien enfrentó cuatro fracasos electorales nacionales consecutivos.

Morales, inicialmente parte de una alianza moderada con Martín Lousteau en Juntos por el Cambio, se vio envuelto en controversias y acusaciones de una supuesta alianza con el candidato oficialista, Sergio Massa, en detrimento del candidato libertario Milei, quien finalmente se alzó con la presidencia.

Las elecciones de Morales este año se caracterizaron por altibajos y desafíos:

  1. En mayo, logró una victoria contundente en Jujuy acompañando la candidatura de Carlos Sadir, pero la reforma constitucional propuesta generó tensiones en el plano político y social local, y el electorado comenzó a votar en contra en la región.
  2. A nivel nacional, renunció a su candidatura a la Presidencia en la interna de Juntos por el Cambio.
  3. Como compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta en las PASO, perdió en la interna con Patricia Bullrich.
  4. Apoyó a Bullrich en las Elecciones Generales de octubre, donde no logró ingresar al balotaje.
  5. En el balotaje, deslizando neutralidad pero apoyando a Sergio Massa, Morales sufrió otra derrota ante el candidato libertario Javier Milei, respaldado por los gobernadores radicales Gustavo Valdés y Alfredo Cornejo.

A lo largo del año, Morales luchó por la unificación del bloque en la Cámara de Diputados, enfrentando tensiones internas y críticas a las decisiones partidarias. Estas tensiones se intensificaron con el ascenso de figuras como Valdés y Cornejo, quienes ahora disputarán espacios de poder dentro del partido, destacando la complejidad del panorama político interno en Juntos por el Cambio.