Se trata de Gianluca y Santino, quienes nacieron el 20 de septiembre de 2018, por cesárea, pesando unos 1,8 kilos cada uno. Tenían buen estado general y la madurez suficiente para respirar por sí mismos. Aunque compartían los aparatos digestivos y urinarios.
Según los especialistas, hay muchos tipos de siameses, de acuerdo a las partes del cuerpo en la que están unidos. En nuestro país no existen registros oficiales ni estadísticas. A nivel mundial, se habla de que puede darse un caso de siameses cada 1,7 millones de nacimientos.
Respecto a las separaciones de siameses, en Argentina, los profesionales intervinientes en esta cirugía sólo recuerdan dos casos en los últimos 20 años, uno en el Hospital Posadas y otro en el Garrahan, de los que no hay detalles públicos.
El caso
Todo comenzó el año pasado, cuando Evelyn y Jonatan Figueroa llevaban tres meses de embarazo. Con la primera ecografía obstétrica, recibieron una dura noticia: tenían gemelos pero estaban unidos. “Están fusionados por la pelvis”, les dijeron los médicos.
Como tenían un embarazo de alto riesgo, la obra social los mandó a la Fundación Hospitalaria. Desde entonces, un equipo interdisciplinario de médicos y psicólogos trabajó para lograr que el embarazo llegara a término..
La primera victoria de estos bebés fue llegar al mundo, pesando unos 1,8 kilos cada uno, con buen estado general, pero compartiendo los aparatos digestivos y urinarios.
En ese tiempo, los bebés fueron seguidos semanalmente por especialistas enfocados en que pudieran crecer y madurar lo máximo posible. Desde el primer día de vida se les practicó un ostoma, que es una abertura con la que pudieron derivar su contenido intestinal y evitar futuras complicaciones.
En mayo del 2019 comenzaron los preparativos para las cirugías de separación, pero previo a eso, organizaron una "jornada de simulación", considerada "necesaria para asegurar la seguridad del paciente y también del equipo tratante".
En los últimos tres meses, entre los 44 profesionales involucrados hubo directivos de la Fundación, jefes del servicio de cirugía, el jefe médico, cuatro cirujanos, dos cirujanos plásticos, cuatro urólogos, un cardiólogo, tres anestesiólogos, un técnico de anestesia, terapistas, instrumentadoras, la jefa de instrumentación en quirófano, el jefe de hemoterapia y laboratorio, enfermeros, médicos legistas, abogados, el gerente comercial y auditores médicos.
La separación se concretó el 22 de junio. En una intervención de alta complejidad, los especialistas debieron separar aparatos digestivos y urinarios, conservar los músculos, respetar la anatomía, y restituir plano por plano las zonas afectadas de ambos bebés.
La cirugía
Duró 9 horas. El primer eslabón fue la anestesia. Luego se comenzó con la división del aparato urinario, el más complejo de toda la intervención. Continuaron con la división del aparato digestivo. Más tarde se realizó la reconstrucción de ambos perinés. Una vez finalizado, los terapistas pediátricos recibieron a los pacientes para su control post-operatorio.
Gianluca y Santino estuvieron internados 10 días luego de la cirugía. Siempre pudieron respirar por sus propios medios y sus signos vitales fueron normales en todo momento.
Actualmente, a un mes de la operación, la familia está en su casa. Según Alejandra Lafont, Jefa del Servicio de Pediatría, “el post quirúrgico fue bastante sencillo, lo más difícil y complejo ya había ocurrido".
La mamá resalta que Gianluca extrañaba al hermano y que Santino sentía que se había sacado un peso de encima. Esta observación se debía a cómo ellos estaban unidos y cómo sentían la presencia del cuerpo del otro. Debido a la posición por la que estaban unidos, uno sí lo registraba y el otro no, detalló la médica.