Dos vacantes, dos historias
El STJ de Jujuy comenzó el año con una renuncia anunciada y un duelo institucional. El gobernador Carlos Sadir aceptó mediante el Decreto Nº 2296-G/2024 la dimisión de la Dra. María Silvia Bernal, vocal del tribunal desde 2005. La jueza, según fuentes cercanas, decidió retirarse por motivos familiares, dejando vacante un puesto clave en el tribunal. La renuncia de Bernal, efectiva desde el 1 de enero de 2025, sumó un segundo asiento vacío al del Dr. José Manuel del Campo, quien falleció en febrero de 2024 tras una destacada carrera que incluyó la presidencia de la Corte Suprema durante siete años.
Estas vacantes no solo representan un desafío para la continuidad institucional del STJ, sino también un botín político para las dos principales fuerzas partidarias de Jujuy. El reemplazo de estos jueces podría alterar el delicado balance de poder en el tribunal, en un contexto donde la oposición y algunos sectores críticos denuncian una justicia partidaria al servicio del Ejecutivo.
El caso de Lamas González: una jueza bajo la lupa
Como si esto fuera poco, el STJ también enfrenta el inédito proceso de juicio político contra la jueza Laura Nilda Lamas González. Acusada de incompatibilidades entre su rol judicial y actividades comerciales relacionadas con el cultivo de tabaco, la magistrada enfrenta cargos que podrían desembocar en su destitución. La denuncia, presentada por el abogado Pablo Rojas, argumenta que Lamas González ha violado el artículo 190 de la Constitución provincial, que prohíbe expresamente a los jueces participar en actividades lucrativas.
La Sala Acusadora de la Legislatura, presidida por el diputado Adriano Morone, ya inició las investigaciones, con una comisión investigadora integrada mayoritariamente por representantes del oficialista Frente Cambia Jujuy. El desenlace del caso, previsto para marzo o abril, podría tener repercusiones políticas importantes, profundizando las acusaciones de parcialidad en el sistema judicial.
Justicia y política: una relación indivisible
La polémica no se limita a los casos individuales. A fines de 2024, representantes del PJ y la UCR sostuvieron reuniones internas para debatir posibles candidatos a las vacantes en el STJ. Aunque los encuentros no lograron acuerdos concretos, dejaron en evidencia la tensión latente entre ambas fuerzas. En un año electoral donde Jujuy desdoblará las elecciones provinciales y nacionales, las encuestas ya reflejan un panorama complejo que podría redefinir el mapa político local.
Algunos sectores de la oposición no tardaron en criticar lo que considera un intento de ambos partidos de volver a politizar el STJ. El discurso de una justicia independiente se enfrenta así a un escepticismo generalizado, alimentado por las maniobras políticas que buscan controlar el tribunal en un contexto donde la administración de justicia juega un papel central en la legitimidad democrática.
El impacto electoral y la gobernabilidad
El desenlace de esta disputa podría ser determinante para el futuro inmediato de Jujuy. En el corto plazo, la designación de los nuevos jueces del STJ será una prueba de fuego para la gobernabilidad de Carlos Sadir y la capacidad de negociación de la UCR. Al mismo tiempo, el PJ buscará capitalizar el descontento popular y posicionarse como una alternativa de poder.
La percepción ciudadana sobre el manejo de estas vacantes también será decisiva. En una provincia donde la justicia fue históricamente cuestionada por su cercanía al poder político, el resultado de esta pugna podría profundizar la desconfianza o abrir una ventana de oportunidad para una renovación institucional.
"No seguir debilitando la democracia jujeña"
En el laberinto judicial-político de Jujuy, las vacantes del STJ representan mucho más que simples posiciones administrativas. Son espacios de poder que definirán el rumbo de la justicia en la provincia y, potencialmente, el equilibrio político en un año electoral trascendental.
Mientras el PJ y la UCR se enfrentarán en esta batalla, otros sectores de la oposición -incluidos los libertarios y la izquierda- pidieron no seguir debilitando la democracia jujeña con las designaciones "a dedo".
La atención estará puesta en cada paso del proceso, con la esperanza de que, finalmente, prevalezca el interés colectivo sobre el partidario.
*- Por Fabricio Rasjido
Director periodístico en La Voz de Jujuy