De esta manera, el elenco de Gabriel Heinze, que nunca pudo hacer prevalecer su calidad y jerarquía ante un rival menor, quedó eliminado del certamen federal, que brinda al campeón un boleto a la próxima Copa Libertadores.
En la próxima fase de 16avos de final, Real Pilar enfrentará a Belgrano de Córdoba o Deportivo Riestra, de la Primera C. El árbitro fue Lucas Comesaña.
La Copa Argentina sigue siendo una caja de sorpresas, aunque por la diferencias de jerarquía entre uno y otro equipo, no caben dudas de que fue el batacazo más grande de la historia del certamen. Porque Real Pilar es un club que cumplió 2 años el pasado 17 de febrero y afrontaba este partido como el más destacado en la corta existencia del equipo bonaerense. Actualmente, se posiciona cuarto a 10 unidades del puntero, Argentino de Merlo, en el certamen de la Primera D.
Además, porque por primera vez un equipo de la Primera D eliminó a uno de Primera División, y también nunca en la historia había clasificado un elenco de la última categoría a la ronde de 16avos de final.
"Nosotros no teníamos nada para perder. Lo jugamos con responsabilidad y salió el resultado que queríamos. Lo planificamos toda la semana y veníamos siguiendo los partidos. Es un día positivo para nosotros. Mis compañeros son unas fieras, jugamos con el respeto que se merece Vélez, estoy muy contento", destacó la figura del partido Franco Maraia.
Esta clasificación del Real Pilar se sumó a los otros batacazos de la presente edición de la Copa Argentina, como triunfo por penales de Sol de Mayo Río Negro (Federal A) sobre Rosario Central y la goleada de Estudiantes de Buenos Aires (Primera B Metropolitana) 3 a 0 a Tigre.